Advertencia: hoy afloró la hippie sentimental que llevo adentro. Paz y amor para todos.

Soy feliz, muy feliz. Soy egresada. Me demoré 6 años y un semestre en salir de la universidad, o sea, en terminar "la obra gruesa" por que ahora falta la otra mitad: el grado y la práctica en la C.A.J.

Desde el dia del último exámen hasta ahora han pasado muchas cosas en mí. A pesar de que ahora no hay que ir a clases todos los dias he estado ocupada pero eso no ha sido impedimento para pensar ni para sentir, y eso es lo que más me pesa: sentir. Aquel día mi mamá me dijo que estaba orgullosa de mí, me pidió disculpas por las cosas que había hecho y me dio las gracias por ser tan fuerte. Recién hoy, 10 días después lloro de emoción por eso y de pena por otras cosas. Me costó mucho sacar las lágrimas, con los años he logrado tener un gran control sobre ese tipo de emociones: guardo para mí el llanto y lo esquivo hasta cuando ya no se puede más. Fluye en la soledad más íntima y sólo por un par de minutos y a veces ya no quiero que sea así, ojalá no esperara tanto porque es una cuestión tremendamente dañina y de repente me gustaría que fueran otras manos distintas a las mias las que secaran éstas lágrimas. El proceso de llanto se ha transformado en algo tan personal e intenso que bastan unas cuantas lágrimas bien botadas para quedar agotada (salió verso), casi como si hubiera nadado kilómetros, y después del cansancio viene la paz, al final un llanto se transforma en un caótico ritual.

Admiro la sabiduría de la naturaleza y la mano de Dios por habernos hecho así, tan perfectos: capaces de sentir, de expresar, la fortaleza del cuerpo humano y como funciona. Sincronía y armonía naturalmene perfectas, hoy no hay nada más bello que eso.