El fútbol

Anoche un amigo me dijo: no he podido disfrutar nada este mundial y yo le contesté: ni me digas, q yo tampoco, hoy por primera vez me pude sentar a ver un partido (Argentina - Holanda u Holanda - Argentina, como sea) y me quedé dormida. Me respondió estas cansadita, sí, yo también me dijo...

Es q entre tantas cosas q hacer no me había quedado tiempo pa' ver ni un partido además q los horarios no acompañan al estudiante q está en clases. Ya estaba hablando yo hace un par de días con una amiga diciéndole lo mismo, que no había podido ver ni un sólo partido q extrañaba la fiebre futbolera q se vive en el mundo, q quería ser parte de ella, quería sentir esos 90 minutos de ansiedad y pasión y por sobre todo, quería el inicio, cuando se cantan los himnos nacionales.

Hombres no se enojen, pero es cierto q las mujeres podemos enfocarnos en varias cosas a la vez y q todo lo hacemos bien. Nuestro objeto de estudio esencial son las 44 piernas en movimiento y ese conjunto inumerable de músculos q se mueven al compás de la pelotita q rueda y rueda en el pasto. Si le preguntan a cualkier niño el nombre de su polola o de su mamá durante un partido de fútbol su respuesta segura será: pera...UHHHHHHHHHHHHHH! pero si fue penal! cómo tan weón!! VAMOS! POR LA DERECHA HOMBRE, POR LA DERECHA! MUEVETE PO' WEÓN!!! y así una serie de frases célebres, en definitiva el enfoque es uno sólo: la pelotita. Las mujeres no debemos ser malagradecidas de ella, es cierto q por 90 minutos los hombres nos dejan de lado, el mundo gira en torno a ella, no hay nada más y no deberíamos ponernos celosas de aquello sólo por q por un rato no nos pescan. Nosotras también tenemos nuestro lado en el fútbol, podemos ver el partido, comer, gritar, tenemos la capacidad de fijarnos en todos los detalles y acordarnos y, por supuesto, el deleite visual q nos brinda el dichoso balón q los hombres, como tales, no pueden observar. Por naturaleza no pueden asumir la belleza masculina ajena al contrario de lo q hacemos las mujeres q reconocemos cuando una par es bonita, ya sea, por q realmente lo es o por q la envidia nos corroe y nos fijamos en todo para sacarle algo malo a la yegua.

Espero porder sentarme a ver trankila fútbol, de verdad q lo extraño, este mundial ha pasado casi ajeno a mi lo único q he visto con toda paciencia es la página oficial durante una noche de desvelo y llegué a la conclusión de q el fotógrafo q retrató a toos los futbolistas no es muy bueno, no le pudo encontrar el ángulo a ninguno. Ahora q voy a "tener más tiempo" me sentaré a ver los partidos q quedan, entre los descansos de las apestosas sesiones de estudio y trataré de no quedarme dormida, un hecho como éste no se lo merece es cada cuatro años, cada 4!! o sea!!!! No puedo ser tan egoísta y no unirme ante el carnaval de colores, los cantos de la hinchada y el desfile muscular. También hago el compromiso de no ser tan ajena al fútbol en general y decido q por mi salud mental y, para entender un poco más al enmigo masculino, q es necesario enrolarse en sus filas y entender su mundo, es imposible pelear o competir contra años de religión deportiva, contra las curvas más perfectas del universo y los genes q por milenios se han alojado en sus cuerpos.

Hombres, sean felices con el fútbol, aun q lo escondamos muy profundamente hay q reconocer q la cara de alegría q ponen cuando gana el equipo alentado es única, no se compara con la alegría q pueda provocar nada más. Les da un brillo especial el famoso deporte este, el goce en sus caras se refleja y no hay nada mejor q ver a alguien contento, sea por el motivo q sea y aun q nosotras no hayamos participado en ello.